La liberación de las feministas, ¿un avance para China?

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Originally published by Terra on April 14, 2015

La liberación de las cinco feministas ha supuesto una victoria para la comunidad internacional y de activistas en China, si bien es un logro menor que no necesariamente supone un avance para los derechos humanos en el país, según coincidieron hoy varios expertos.

Algunas aún están de camino, pero las cinco feministas dormirán hoy en sus respectivas casas en diferentes partes del país, después de 37 días de arresto e interrogatorios continuos.

Wu Rongrong, Wei Tingting, Zhen Churan, Wang Man y Li Tingting fueron detenidas por intentar repartir pegatinas contra el acoso sexual y desde ahora, y hasta dentro de un año, no podrán participar en ninguna actividad similar.

Tampoco podrán salir del país sin permiso o no acudir “de inmediato” a la llamada de un policía.

Son “libres a medias”, como coinciden en señalar dos de los abogados que se encargan del caso, Wang Qiushi y Liang Xiayun, quienes creen que su puesta en libertad ha sido resultado de la falta de pruebas para incriminarles y de la gran protesta internacional.

Es un logro a medias, destacaron en declaraciones a Efe, porque su caso “continúa abierto” y “en cualquier momento” pueden presentar cargos formales para tratar de procesarlas.

Aunque por lo general el Gobierno chino no se preocupa de mejorar su imagen exterior sobre la promoción de los Derechos Humanos, en este caso su actitud se vio modificada por las circunstancias, sobre todo, dentro del país asiático, explicó a Efe el catedrático Lui Ping Kuen, de la Universidad Baptista de Hong Kong.

“El Gobierno no atiende demasiado a lo que piense la comunidad internacional, pero en el caso de las feministas se dio una mezcla de todo, por un lado, de la presión internacional, y por otro, y más importante, de lo que ha ocurrido y ocurre de puertas adentro”, consideró.

A pesar de que las cinco mujeres detenidas son líderes de un movimiento feminista naciente en China, Lui considera que “no son importantes para el régimen”.

“Empezaron a temer que reunieran a un gran número de personas, pero en realidad no suponen un desafío para el Gobierno. Ellos (las autoridades) prefieren centrarse en los grandes”, señala en referencia a Gao Yu, la veterana periodista acusada de revelar secretos de Estado juzgada en noviembre y cuya sentencia se hará pública el próximo viernes.

Las organizaciones de derechos humanos no auguran nada bueno en el caso de Gao, como tampoco en el del abogado Pu Zhiqiang, que fue detenido en 2014 y aún sigue a la espera de que ser liberado o que se decida finalmente sentarle en el banquillo.

Por estos ejemplos, y por el centenar de personas que han sido procesadas o están en la cárcel “por hacer uso de sus derechos de manera pacífica”, la liberación “con grandes restricciones” de las mujeres no supone un gran avance para expertos como Frances Eve, de Chinese Human Rights Defenders.

No obstante, destaca, su caso evidencia que “las autoridades pueden tener diferentes varas de medir con los activistas”.

“Y eso -continúa- da esperanza de que pueda haber más margen de maniobra en otros casos”.

De momento, las compañeras de las feministas mostraban su alegría, algunas de ellas desprendiéndose del temor que en días pasados les abocó al anonimato.

“Hemos sentido el apoyo de los chinos y los extranjeros, y la liberación evidencia que el Gobierno está cambiando el trato a los activistas, rigiéndose más por la ley”, opinaba la activista y amiga de las detenidas Xiao Qiang, que acepta por primera vez usar su verdadero nombre en lugar del seudónimo con el se identificaba anteriormente al hablar con Efe.

Xiao, no obstante, destacó que lo ocurrido ha infundido miedo a otras compañeras y dijo que espera que eso pueda mejorar en el futuro, si las autoridades garantizan finalmente la liberación “total” de las mujeres detenidas.

“A partir de ahora, el Gobierno mantendrá un ojo en ellas y reducirá el espacio para sus iniciativas”, augura al respecto el profesor de Hong Kong, pero asegura que, “en cuanto vean un hueco”, el miedo quedará atrás: “Lo aprovecharán”.

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